Comunicación Institucional versus Libertad de Prensa: ¿Enemigos condenados a entenderse?

En el día internacional de la libertad de prensa, la Asociación Profesional de Periodistas Valencianos organizó conjuntamente con el Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales, unas jornadas con el título "Comunicación Institucional versus Libertad de Prensa", en la Universidad Católica de Valencia, en la que coincidieron representantes de los gabinetes de comunicación de las diferentes Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado: Manuel Castillo, Inspector Jefe del Cuerpo Nacional de Policía de la Comunidad Valenciana, el Teniente Coronel García-Calvo, de las Fuerzas Armadas y José Antonio Fernández de Luz de las Heras, Teniente Coronel de la Guardia Civil. Moderó el acto Sylvia Costa, responsable de Relaciones Externas y miembro de la ejecutiva de la Asociación Profesional de Periodistas Valencianos. La apertura y cierre del acto corrió a cargo de Héctor González, Presidente de la Asociación Profesional de Periodistas Valencianos y Jesús de Salvador, responsable del Instituto de Estudios Estratégicos e Internacionales.

De izquierda a derecha: Garcia-Calvo, Sylvia Costa, José Antonio Fernández y Manuel Castillo

Siempre ha existido la tendencia a pensar que los organismos oficiales, en este caso de seguridad, no dan toda la información que deberían y, desde el punto de vista contrario, que el excesivo celo de algunos periodistas y medios en dar a sus lectores y espectadores todos los detalles sobre un caso concreto, puede perjudicar gravemente una operación policial o poner en peligro una Fuerza. Encontrar el equilibrio entre el derecho a la información y lo que, por circunstancias, puede decirse o no, es un asunto en que la adecuada comunicación entre los profesionales de la información y los gabinetes de comunicación de los diferentes cuerpos de seguridad y defensa, resulta vital. No se trata de enemigos naturales, sino de desconocidos condenados a entenderse.

Como destacó el Teniente Coronel García Calvo, "los gabinetes deben lograr que la imagen de la institución que tiene el gran público, coincida lo más posible con su verdadera identidad", lo que es perfectamente aplicable al resto de organismos. De no ser así, dijo citando al General Eisenhower "Si tu no dices quien eres y qué haces, no sólo no sabrán de ti, sino que dirán cosas que no haces". El éxito radica, pues, en dar credibilidad y confianza, aportando siempre información veraz y suficientemente contrastada. En el caso concreto de las Fuerzas Armadas, las acciones exteriores llevadas a cabo en los últimos veinte años parecen haber contribuido positivamente a dar visibilidad y crear interés por parte de los medios. Lo que ha supuesto un conocimiento mutuo y trato más cercano y fluido entre anteriores desconocidos.

A cometidos comunes, problemas compartidos. Todos los ponentes coincidieron en destacar las limitaciones a que se enfrentaban en ocasiones para dar información a los medios. Unas legales, otras estratégicas y operacionales. Las principales limitaciones a que se enfrentan a la hora de dar información, podrían resumirse en: derecho al honor, derecho a la intimidad, protección del menor, operaciones e investigaciones en curso y el secreto de sumario. Pero recordaron que, en ocasiones, hay determinadas circunstancias que hacen prevalecer el derecho a la información sobre el derecho al honor; e incluso que el secreto de sumario no es algo absoluto, y hay sentencias que lo confirman. La finalidad del secreto sumarial es no obstruir la instrucción y evitar juicios paralelos pero, en la medida en que estos elementos no se vieran afectados, sí que sería posible dar determinada información. En cualquier caso, siempre se pondrán en contacto con el juez para que éste lo autorice.

Hector González, izquierda, y Jesus de Salvador, presentando el acto.

Lamentaron que cada vez sea menos frecuente que los medios acudan a las fuentes para contrastar las noticias y lo achacaron a varios factores, entre los que cabe destacar el menor número de profesionales en los medios, que se ocupan de cada vez más secciones y apenas les queda tiempo para nada, y la inmediatez que parece exigir internet, que va en detrimento de la comprobación de la veracidad de la información. Ante el poco margen de espera que se da al gabinete de comunicación de una institución para emitir un comunicado o dar más detalles fiables, se da validez a cualquier información, en muchas ocasiones sin contrastar su origen y veracidad. Esto permite la rápida expansión bulos e incluso la posibilidad de colar más de un gol a medios serios (como el fiasco de la falsa foto de Chávez entubado por El País, o diversas noticias de El Mundo Today, diario digital satírico, que ha sido tomado en serio en más de una ocasión). También se criticó, y lo comparto, el sensacionalismo que muchas veces se intenta imprimir a las noticias para darles mayor repercusión. El periodista puede sentir recelo de tener que esperar a una versión oficial, que pueda destruir por completo la composición de lugar que ya se había hecho, y que puede no coincidir en absoluto con la realidad.

En cualquier caso, se hizo una defensa de los profesionales del periodismo y de un sector, el de los medios, que tristemente no se encuentra en su mejor momento.