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martes, 14 de junio de 2016

13J: un debate descafeinado y sin azucar

Creo que nunca he sentido tamaña sensación de déjà vu en un debate electoral, pero tampoco se había dado en la historia reciente de nuestro país una convocatoria de elecciones por la incapacidad de formar gobierno. Por otro lado, no hay que poner el grito en el cielo por ello. Países de nuestro entorno, como Italia, cuentan con una larga tradición de gobiernos efímeros y Bélgica logró un verdadero record, 541 días sin gobierno entre 2010 y 2011, en que no les fue nada mal. Lo cierto es que, a la vista de lo oido en el debate, la perspectiva de que la crisis para formar mayorías estables continúe no es descabellada.

Sobrio diseño del plató del debate, con atriles para permitir tomar notas y dar mayor seguridad

lunes, 28 de septiembre de 2015

Resultados del 27S en Cataluña: Todos han ganado

La interpretación de los resultados de las elecciones catalanas del 27S, me recuerdan mucho a ese cuentecillo de cierto sabio turco, Nasredin Hoca, al que dos demandantes vinieron a exponerle su caso. Oidas las partes, Hoca declaró que ambas tenían razón. Esto causó la perplejidad de su mujer, que entendía que si uno de ellos tenía la razón, forzosamente el otro no había de tenerla. Hoca, con absoluta calma, concluyó que su querida esposa también tenía razón.

Nos encontramos ante una situación muy parecida, incluso quizás más clara: los partidos nacionalistas han obtenido una mayoría en escaños, pero no en votos; los no nacionalistas una mayoría en votos pero no en escaños. A priori, los dos pueden vender una victoria, y de hecho lo hacen.

Para el nacionalismo catalán, los resultados son más que suficientes para llevar adelante su agenda independentista y declarar en 18 meses un estado catalán independiente.  Aquí es donde comienzar a ser necesario matizar y analizar en detalle la mayoría en escaños obtenida por los independentistas. 

Junts pel Sí ha obtenido 62 escaños, todavía lejos de la mayoría absoluta. Su única opción de seguir adelante es contar con el apoyo de la Candidatura d´Unitat Popular (CUP), que ha dejado claro en númerosas ocasiones que no lo daría si Mas era el candidato a President, además de exigir también una mayoría en votos del 55% (la cifra no es baladí, sino la misma que la Unión Europea exigió para el reconocimiento de la independencia de Montenegro en 2006). Tocará ver en los próximos días si la CUP se mantiene mínimamente fiel a lo que dijo o si Junts pel Sí y su aparato mediático logran poner presión suficiente sobre ellos como para conseguir que transijan. De hecho, a pesar de las diferencias ideológicas entre ambos, la CUP puede tenerlo difícil para justificar ante sus votantes que no apoyen un bien superior, como es la creación de un estado catalán, por nimias cuestiones morales.

Para el bloque no nacionalista, los resultados muestran justo lo contrario, que el independentismo en Cataluña no cuenta con una mayoría social. Debo decir que, con alguna matización, estoy de acuerdo. Si con años de inmersión lingüistica y adoctrinamiento nacionalista en la educación catalana, con la violación sistemática del derecho de padres y alumnos a tener como lengua vehicular el castellano, o el uso desvergonzado y partidista de instituciones y medios de comunicación públicos al servicio del independentismo, silenciando o ninguneandoa voces críticas, lo más que ha logrado en conjunto es un 47% de los votos, es que quizás no sean la mayoría que creen ser, sino solo los que gritan más porque se sienten más envalentonados.

En cualquier caso, estamos ante resultados que evidencian una grave e intensa fractura social de difícil solución. El independentismo ha creado con éxito una imagen de Cataluña como víctima, bajo el yugo de una España opresora, y en situación de agravio continuado. Da igual que no sea verdad. Lo bueno de la campaña electoral es que ha sacado a la palestra temas incómodos que han sido obviados durante mucho tiempo por el independentismo, como el de la nacionalidad de los futuros catalanes independientes o la viabilidad económica de la misma (Señor Mas, no es inmoral que a uno le recuerden los riesgos de sus propias acciones).

Sobre la viabilidad económica, apenas hablaré. Los independentistas se han compuesto su propio cuento de la lechera partiendo de apriorismos que saben no se van a dar. Cataluña es una potencia económica dentro de una España unida, una eventual salida no la convertirá de la noche a la mañana en una Dinamarca. Y menos aún en miembro de la Unión Europea.

La nacionalidad de los futuros catalanes independientes es un asunto que los nacionalistas no quieren responder con seriedad. Da la sensación, como apuntaba Margallo, que quieren un estado independiente con 7 millones de españoles. Por otro lado, los tratados de la UE son bastante claros sobre el tema de la secesión, más aún si no es consensuada y se hace con obvio desprecio de la legalidad, y obligan al nuevo estado a pedir su ingreso en la UE, que debe ser aprobado por unanimidad. Es dudoso que tal cosa ocurra, pues sería como tirar piedras sobre su propio tejado a muchos países europeos que también cuentan con diversos movimientos independentistas en su interior.

Haré una locura y pediré algo de cordura y reflexión al bloque nacionalista. Preguntense si de verdad el futuro será tan brillante, límpido y cristalino como les prometen o si se trata de una huida hacia delante de líderes que no han sabido ni querido afrontar la crisis económica y social de los últimos años y han preferido crear un chivo expiatorio al que culpar de sus propios fracasos.

jueves, 5 de septiembre de 2013

Gibraltar: algo más que una roca pelada con monos

Hagamos un repaso histórico

Érase una vez, hace así como tres siglos y pico, en un reino muy, muy cercano, muere sin descendencia un rey que apodaban "el hechizado", y no precisamente porque se quedara con esa cara al ver mujeres desnudas como su padre, Felipe IV, si nos atenemos al irónico relato "Crónica del Rey pasmado", en que el pobre monarca intenta con toda su alma lograr su mayor deseo: ver a la Reina desnuda. Pero no nos desviemos del tema. Con su fallecimiento sin descendencia directa, se abre un periodo de lucha entre dos aspirantes al trono, el Archiduque Carlos de habsburgo y Felipe de Borbón; amén de sus correspondientes aliados europeos.

Sellos de Gibraltar con la efigie de Eduardo VIII, Jorge V e Isabel II y uno de los tradicionales monos del peñón. Fuente: Flickr, usuario scotbot, con licencia Creative Commons.
En esto, tal mes de agosto como el de este verano, pero de 1704, una flota austracista mayoritariamente británica ataca un Peñón mal defendido y logra una rendición decorosa de las escasas fuerzas borbónicas que lo defendían. La guerra de sucesión, que no de secesión, continúa y más territorios caen en poder de las fuerzas aliadas de uno u otro bando. Tras nueve años, mira si nos tomamos las cosas con calma, finaliza con la firma del Tratado de Utrecht en 1713. En dicho tratado se cede, artículos X y XI, la soberanía por tiempo indefinido de Menorca (capturada en 1708) y de Gibraltar; aunque Menorca sería finalmente devuelta en virtud del Tratado de Amiens en 1802.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Marcaje al diputado: ¿Otro tipo de Democracia o puro chantaje?

En vista de la campaña "Marcaje al diputado" (o, más popularmente ahora, Escrache), puesta en marcha por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y la reflexión en torno a la misma que ha hecho un joven compañero, Fernando Ntutumu, politólogo en ciernes, en su blog, me he planteado desarrollar algunas ideas sobre determinadas críticas planteadas hacia la democracia representativa y la mal llamada clase política.

Una de las imágenes más icónica de la PAH

lunes, 26 de noviembre de 2012

Reflexión sobre las elecciones catalanas del 25N

Aunque hace ya tiempo que muchos hemos aprendido a desconfiar de las encuestas, sigue llamando la atención la diferencia que puede llegar a existir entre las previsiones y la realidad.

Nunca acabaremos de entender muy bien por qué Artur Mas convocó unas elecciones anticipadas cuando contaba con una mayoría amplia; quizás no la suficiente para gobernar en solitario, pero sí para contar con una posición negociadora fuerte a la hora de lograr apoyos puntuales en la aprobación de presupuestos y otras iniciativas legislativas. Es posible que, anticipándose a una más clamorosa derrota electoral dentro de dos años, pensase que podría aprovechar en beneficio propio que las aguas están bien revueltas, y lograr así un mejor resultado. En cualquier caso, la jugada le ha salido cara.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Cataluña: ¿Nuevo Estado europeo?

Si bien no hay nada ilegítimo en el hecho de sostener una idea de independencia, ya que en Democracia se puede defender cualquier idea dentro de la legalidad, lo que no se puede hacer es manipular e intentar vender algo que no está en su mano, como bien le han hecho saber a Artur Mas en Bruselas al recriminarle la pregunta-trampa que lanzaría en referendum, de llevarse finalmente a cabo. Lógicamente, nadie en su sano juicio querría quedarse fuera de Europa, pero esa integración en la Unión Europea no es automática y está sujeta a una largo y complejo proceso de adhesión.

Conviene aclarar que el origen histórico del derecho de autodeterminación está íntimamente ligado al proceso descolonizador iniciado tras la Segunda Guerra Mundial. La Declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales, aprobada mediante Resolución 1514 de 1960 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, ha sido interpretada siempre en dicho sentido. Aunque posteriormente el artículo 1.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 establece que "Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural", sería ingenuo afirmar que los estados signatarios apoyen con ello la existencia de movimientos secesionistas en su propio territorio.

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Maira Gall