Los cuentos y las leyendas, los de verdad, no se parecen en nada a las versiones dulcificadas actuales, pensadas para no herir la sensibilidad de los más pequeños y que, conforme pasan los años, se vuelven más políticamente correctas, igualitarias y respetuosas para no ofender a nadie. Vamos, que pierden toda su gracia porque demasiada gente piensa que los niños son pequeños subnormales y los tratan como tales. Por otro lado, debo reconocer que leer versiones políticamente correctas de cuentos clásicos, como las de James Finn Garner, me han hecho reir como un poseso.
políticamente incorrecto
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martes, 25 de junio de 2013
¿Qué sería del mundo sin la flema británica?
La pérfida Albión, aparte de reyes con una enfermiza pasión por cortar la cabeza de sus esposas, nos ha dejado una larga tradición de escritores satíricos como Jonathan Swift, más conocido por sus "Viajes de Gulliver" y, además, por su "Una modesta proposición" para resolver el problema del hambre en Irlanda, en aquel momento poco más que una colonía británica, utilzando los bebés irlandeses como si fueran tiernos lechones; o Thomas de Quincey, cuya obra "Del asesinato considerado como una de las bellas artes" nos ha dejado proverbios inmortales relacionados con los modales y la buena educación: "Si un hombre se deja tentar por un asesinato, poco después piensa que el
robo no tiene importancia, y del robo pasa a la bebida y a no respetar
los sábados, y de esto pasa a la negligencia de los modales y al
abandono de sus deberes." ¡Cuánta razón!
El reciente fallecimiento de Tom Sharpe nos ha dejado huérfanos de uno de los mayores escritores satíricos ingleses del siglo XX, con el permiso de otro de mis favoritos, P. G. Wodehouse. Pero mientras este último muestra la cara amable de un mundo intemporal de la alta sociedad, plagado de excéntricos caballeros obsesionados por los cerdos, cándidas tías de desahogada posición económica, de la que depende más de un sobrino sablista y calavera, sin oficio conocido, y eficientísimos ayudas de cámara que logran parecer invisibles y anticiparse a las necesidades de su señor (además de poseer un infalible tónico contra las resacas); el mundo de Tom Sharpe es una perfecta muestra del humor inglés más negro, en que muere en espantosas condiciones hasta el apuntador.
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Algunas obras de Tom Sharpe: Cualquiera de ests libros es una buena recomendación de lectura |
jueves, 6 de diciembre de 2012
Harry Flashman y lo políticamente incorrecto
¿Quién dijo que la historia es aburrida? Gracias al genio de George MacDonald Fraser (1925-2008) y su creación, Harry Flashman, es posible hacer un seguimiento completo de los grandes acontecimientos de la historia europea, norteamericana y mundial del siglo XIX. Este singular personaje, que se define a sí mismo como "tunante, mentiroso, tramposo, ladrón, cobarde y pelota " (habría que añadir adúltero empedernido), posee una habilidad única para meterse en lios, sólo comparable a su habilidad innata para los idiomas, montar a caballo y la increible suerte que siempre le acompaña y le hace ascender, de modo absolutamente inmerecido, como siempre reconoce, en la escala militar.
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El grandioso Harry Paget Flashman. Fuente: Daily Mail |
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