martes, 11 de diciembre de 2012

Jornada sobre el enfoque integral de las operaciones de paz

El martes 4 de diciembre, tuve la oportunidad de acudir a la Jornada sobre el enfoque integral de las operaciones internacionales de paz, organizada por la universidad CEU-Cardenal Herrera en colaboración con el Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad de la OTAN (CGTAD), y que contaba con un programa de lo más interesante, aunque lamentablemente no pude asistir a las actividades de la mañana, entre las que cabe mencionar la presentación de la Cátedra de la Promoción de la Cultura de Defensa de la Fundación CEU San Pablo en Valencia. 
Debo decir que aplaudo apasionadamente que desde el ámbito académico se promocione el estudio de un campo tan abandonado o, debería mejor decir, injustamente denigrado. Mientras en otros países tienen una clara conciencia del valor de los estudios militares y el papel de sus Fuerzas Armadas, aquí se las percibe, en el mejor de los casos, como una especie de ONG, cuando no como un gasto superfluo e innecesario (que, por otro lado, comparado con el de otros países de nuestro entorno, es francamente bajo). Toca, pues, explicar el papel de las Fuerzas Armadas en el contexto histórico actual, que no puede ser ya el de unas fuerzas decimonónicas, ancladas al territorio del Estado a la espera del ataque de un ejército convencional. Hoy, las amenazas son múltiples y la seguridad interior comienza en el exterior.

Las misiones militares en países lejanos, no son sólo de mera presencia militar. Hace años se entendió que un enfoque limitado al éxito formal de la guerra, "vencer al enemigo", estaba abocado al fracaso. Hoy día se entiende que hay que fomentar la estabilidad del país, devolverle la seguridad, reconstruir sus infraestructuras, ayudar al desarrollo de su economía y dotarle de unas instituciones bien gobernadas en las que su población confíe. En suma, evitar todos los problemas que condujeron a la intervención incial. La misión de la International Security Assistance Force (ISAF) en Afganistán comparte este enfoque integral.

Las intervenciones de los miembros de la mesa se centraron en la cuestión de género, el Rule of Law (Imperio de la Ley), los detenidos como grupo vulnerable y la protección de la infancia en los conflictos armados.

El Rule of Law en las misiones lideradas por la Unión Europea, que presentó la profesora Ainhoa Uribe, es un punto clave de cualquier misión de paz. Lograr establecer el imperio de la ley es fundamental para conseguir una paz duradera tras el conflicto. Sin embargo, aunque se ha ido mejorando con el tiempo, algunas de las misiones iniciales adolecían de los siguientes defectos comunes: Falta de planificación, coordinación, la definición del mandato (normalmente muy abiertos, con una falta de concreción que dificulta una adecuada consecución de objetivos y un uso eficiente de los recursos), falta de énfasis en el componente de Derechos Humanos, insuficientes poderes ejecutivos y correctivos (Creo de pura lógica que, para el éxito de la misión, se les dé todos los poderes necesarios, para poder limpiar de elementos corruptos las instituciones y cuerpos de seguridad de países en conflicto y cumplir los objetivos, además de ayudar a establecer una nueva gobernanza) y falta de personal especializado.

Respecto a la cuestión de los detenidos como grupo vulnerable, en misiones de la UE, la profesora Susana Sanz expuso con claridad un aspecto bastante desconocido, aunque normal en estas circunstancias, que nos trae a la cabeza la imagen de presos en Guantánamo, excepción que dista mucho de la realidad. Los mandatos no suelen prever la construcción de centros de reclusión y, lo normal es que estas detenciones por fuerzas de la misión no duren demasiado y sean transferidos a las fuerzas del Estado en que se encuentren tan pronto como sea posible. Excepción hecha de Estados fallidos, sistemas judiciales disfuncionales y amenaza para la vida del detenido en caso de ser entregado.  En cualquier caso, se respetarán siempre sus derechos humanos y las convenciones internacionales que los regulan. La ponente, al cabo de su investigación, echaba de menos un procedimiento estandarizado de operaciones (SOP en sus siglas inglesas) que clarifique el procedimiento, el estatus del detenido y el derecho aplicable. A día de hoy, en la medida que las Rules of Engagement (ROE), que dan instrucciones sobre el uso de la fuerza en un operación internacional, no suelen incluir una referencia a qué hacer con los detenidos, existen tantos procedimientos de detención como Estados intervienen en la misión, dentro de unos mínimos comunes.

La investigadora Elena Juaristi se centró en la protección de la UE para la infancia en los conflictos armados. Este grupo, junto con el de las mujeres, siempre ha merecido una especial atención y protección. Así lo recoge el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, la Convención de Derechos del Niño de 1989, la existencia de un Representante Especial del Secretario General de la ONU para la cuestión de los niños y los conflictos armados y, finalmente, las directrices europeas sobre niños en conflictos armados aprobadas en 2003.

Quizás a algunos les sorprenda esto, pero uno de los indicadores para medir el éxito de la misión, son los indicadores de género. Tras la exposición realizada por la profesora Ruth Abril sobre las mujer en las misiones internacionales, la Capitán de Artillería, Elena Pérez, asesora de género del CGTAD, explicó el caso concreto de Afganistán y cómo trabajan. Planteó con crudeza el panorama afgano, donde un 77% de su población son mujeres y niños menores de 14 años, un porcentaje muy grande que no puede dejarse de lado en la reconstrucción del país. El papel de los asesores de género es hacer que fluya la información, para determinar las carencias y poder actuar donde realmente se necesita. Uno de los instrumentos claves para llevar a cabo esta misión, han sido los Female Engagement Teams (FET). Estos son equipos destinados a romper con las limitaciones culturales, que imponen una estricta separación entre hombres y mujeres en los países islámicos y complican extraordinariamente el acceso a las mujeres de las tropas de la coalición. Si bien es verdad que el acceso inicial se hace a través de notables locales, una vez rota esa barrera, se consiguen grandes resultados. Con la información obtenida es posible implementar programas de desarrollo que se ajusten mejor a las necesidades específicas de la población local. 

Se ha intentado mejorar también la visibilidad e influencia de la mujer tanto en la Administración afgana como en sus Fuerzas Armadas y Policía, pero con resultados que distan mucho de ser los deseables. A día de hoy hay apenas un 0,1% de mujeres en el ejército, respecto al 10% deseado, y un 0,66% en la policía, respecto al 3% de meta. La explicación es simple, aunque nos pueda poner los pelos de punta; en Afganistán, una mujer que pase una noche fuera de casa, puede ser acusada de adulterio. De hecho, muchas ocultan a sus familiares y vecinos este trabajo por seguridad. Por desgracia, hay otro problema añadido, al interno de estos cuerpos, la corrupción y abusos del personal masculino sobre el femenino, o se las relega a tareas menores, como la cocina.

Conexión en directo con las tropas españolas en Afganistán
Referir en detalle las brillantes exposiciones que realizaron todos los miembros de la mesa, y de las cuales ya se ha esbozado algo más arriba sería largo. Por otro lado, el contenido de sus intervenciones está contenido en el libro Mainstreaming Human Rights in EU CSDP Missions: A transversal Analysis (ISBN: 978-84-940436-7-3), presentado al final de las jornadas tras la conexión en directo con las tropas españolas desplegadas en Afganistán.

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