domingo, 13 de enero de 2013

El Rey Matías I, de Janusz Korczak

Han sido escritos ya muchos libros que, con apariencia infantil y aspecto de fábula, muestran una historia que no es más que el fiel reflejo de la sociedad de su tiempo y sirven, parapetándose en el uso de países imaginarios y personajes ficticios, para denunciar determinadas actitudes y tendencias. Ejemplos sobran, como los archiconocidos Viajes de Gulliver de Jonathan Swift o la Rebelión en la granja de George Orwell -Hombre al que admiro por no haberse dejado seducir por los cantos de sirena del comunismo estalinista, que atrajo a tantos "bienpensantes" intelectuales occidentales que no vieron, o no quisieron ver, la realidad. esta actitud crítica le valió el resquemor de una izquierda poco crítica y muy pagada de sí misma-.

Pero no voy a diseccionar ninguno de los títulos anteriores, bien conocidos y cuya lectura recomiendo encarecidamente, sino que presentaré una obra relativamente desconocida por el gran público: El Rey Matías I, de Janusz Korczak (1878-1942).

Janusz Korczak hacia 1930 y portadas de la edición española de Austral Juvenil (Segunda edición, 1991)
Publicado por primera vez en 1923, tuvo un éxito inmediato en Polonia, su país natal, y es considerado como una velada alegoría de la historia polaca. El autor, de ascendencia judía y cuyo verdadero nombre era Henryk Goldszmit, nació en el seno de una familia acomodada, pero la prematura muerte del padre le obligó a trabajar desde una temprana edad. Ello no le impidió llegar a licenciarse en medicina y labrarse una sólida fama literaria. Dedicó toda su vida a la pediatría y la pedagogía, pues los niños eran su gran pasión. Fue un firme defensor de sus derechos, rechazando cualquier tipo de violencia o de jerarquía basada meramente en la edad y afirmando que los niños deben ser escuchados, pues ellos son los que mejor conocen sus propias necesidades. Se le considera un precursor de diferentes corrientes de la pedagogía moderna, aunque nunca llegara a crear un corpus teórico sistemático. Su muerte es recordada por la lección de humanidad que dio. Durante la ocupación alemana de Polonia, se le ofreció en diferentes ocasiones la oportunidad de escapar, pero no quiso abandonar a los niños del orfanato judío que dirigía. Así, fue realojado con ellos en el Gueto de Varsovia, hasta que se dio la orden de evacuación del Gueto Pequeño y el traslado al campode exterminio de Treblinka, donde falleció junto con los niños que cuidaba.

El libro en sí es una buena muestra del pensamiento del autor, pues el rey pasa de ser un pequeño huérfano sin voz ni voto, a un preadolescente que ha adquirido experiencia con la práctica y que se ha dado cuenta por sí mismo de la necesidad de instruirse y contar con los demás, además de tener pocos prejuicios. Pero no sólo eso, sino que también saca a la luz los entresijos del gobierno de un estado y la complejidad de las fuerzas que interactúan al interno del mismo y se pone en tela de juicio, para el caso de la monarquía, la capacidad de actuar y tomar decisiones de modo independiente y sin rendir cuentas a nadie del monarca.


Estalla una guerra al inicio del libro, por la imprudencia de sus ministros, que no contaron con su opinión y actuaron a sus espaldas, manteniéndole alejado de la realidad. Por fortuna, traba amistad con un chico de su edad, Felix, quien se convertirá en su fiel aliado, que le mantendrá informado de la realidad exterior. Gracias a él, el joven rey Matías se escapa de palacio y va de incógnito a servir en la guerra, viendo los horrores de la misma, siendo capturado y a punto de ser ejecutado como espía. La descripción de las batallas, las estrategias militares y la situación del frente, que se vuelve estacionario desde el principio de la guerra, y no es roto sino tras mucho tiempo y grandísimas bajas, son, sin lugar a duda, las de la Batalla de Verdún. Aunque el joven rey logra vencer y se muestra clemente con los vencidos (lo que le echarán en cara sus ministros, por no pedir reparaciones), claro mensaje del autor a evitar los excesos revanchistas que el Tratado de Versalles impuso a una derrotada Alemania en 1919, el país está arruinado. El paralelismo con la Europa que quedó tras la Gran Guerra es innegable: Tejido industrial e infraestructuras destruidas, campos no trabajados, carestía de productos de primera necesidad y necesidad de pedir dinero prestado.
 
En tiempo tan complicados, desarrolla su firme propósito de reformar el país y crear una monarquía constitucional. El autor pone de manifiesto la dificultad de llevar a cabo reformas de cualquier tipo, pues la tradición y la costumbre son siempre trabas poderosas y, de no lograr un mínimo consenso y explicar que se pretende, la oposición a las mismas será frontal. Se describe el trabajo de formación de una Asamblea Constituyente y dos Parlamentos, el de los niños y el de los adultos; el modo de elección y quién puede ser elegido; la formación de los grupos parlamentarios; las discusiones de la Cámara y el trabajo del Presidente de la Cámara; la capacidad del Rey de proponer y del Parlamento de decidir, etc. 

La descripción de la diplomacia y lo que se puede obtener de ella si se actúa con tiento y se tiene un buen servicio de inteligencia, es magistral. Logra, de uno de los reinos a los que derrotara, que le ceda una salida al mar. Consigue también la amistad de un rey africano (posiblemente un paralelismo con Etiopía), que le da oro para poder financiar sus reformas. Aunque Korczak no escapa a algunos estereotipos de su tiempo, al caracterizar como salvajes caníbales a los africanos (y de paso al joven Rey Matías como la persona que lleva la civilización a estos pueblos), es cierto que lo hace sólo para poder mostrar, a medida que se desarrolla el libro, que este prejuicio es infundado e injusto. Se opone así, sin nombrarlas, a las tesis sobre el determinismo biológico predominantes en la época y deja entrever que, cualquiera de los considerados "salvajes", puede ser una persona instruida; que no existe ninguna incapacidad natural para aprender. Si existen diferencias es más bien por la falta de medios y personal. En relación a esta tesis, recomiendo el libro La falsa medida del hombre del antropólogo Stephen Jay Gould, que ahonda en mayor detalle sobre la historia, evolución y desacreditación de teorías que establecían una jerarquía de razas y de capacidad intelectual.

Esta amistad con un "rey negro" que le envía oro, despierta los recelos de sus vecinos, que intentan boicotearle. Aparecen los "reyes amarillos", que son equiparados en trato a los europeos. La referencia a China y Japón no puede ser más clara. Aquí se mantienen neutrales, no así los "reyes blancos", especialmente el hijo de uno de los antiguos vencidos, que ahora quiere la revancha. La entente que forman y el reparto de territorios recuerdan en mucho a las Particiones de Polonia, lo que no es casualidad.

Otra preocupación del autor que aparece en el libro era las condiciones de alojamiento de la población en general, y particularmente de los niños, y el impacto las condiciones de trabajo y alimentación en su salud. Las aglomeraciones urbanas producidas durante la revolución industrial crearon el caldo de cultivo perfecto para la extensión de todo tipo de enfermedades. Acabar con las viviendas sin una adecuada ventilación ni luz entrada de luz solar, la ausencia de saneamientos y el hacinamiento en los hogares, fue una de las principales batallas de muchos movimientos políticos de la época para una mejor calidad de vida de la clase obrera. 

Por supuesto, no todo lo que se describe es bueno. El poder se acaba subiendo a la cabeza de Félix, su antiguo aliado, quien además se corrompe. Los espías aparecen como instrumento habitual entre todos los países, pero no por una especial desconfianza entre ellos, sino como prevención; se producen traiciones y encarcelamientos... como el mundo real.

La imagen que dibuja el autor de la prensa, podría reproducirse hoy, noventa años después, y ser perfectamente reconocible. Su papel no es sólo informar, sino crear y dirigir la opinión pública, fijando la agenda política. Como hoy, la línea editorial de cada periódico determina las noticias que se dan, y su tratamiento. No intenta defender la objetividad de la prensa, cosa que dudo que exista, sino que, para estar bien informado, hay que leer más periódicos que aquel que le dice a uno lo que le gusta oir.

En suma, no sabría si recomendar que este libro lo lean los niños, para que aprendan sobre política sin saberlo, o a los adultos, para que descubran si de verdad saben de política o si lo que ellos llaman conocimiento, no son más que prejuicios. En España fue publicado por Espasa-Calpe en su colección Austral Juvenil hace ya años, pero creo que se encuentra descatalogado. Si tienen la fortuna de conseguirlo, les adelanto que lo disfrutarán

Acepto gustoso sugerencias sobre libros que aborden la política y la historia de un modo similar. ¿Alguien tiene alguna?

3 comentarios

  1. Respuestas
    1. Hola Cora. Verdaderamente existe una continuación titulada "El Rey Matías en una isla desierta", pero no me consta que exista a día de hoy traducción al castellano de esa segunda parte. Digo segunda parte porque, lo que en España se editó en dos volúmenes por su extensión, es en realidad un único libro.
      En este enlace hay un resumen de los dos libros, aunque en inglés: http://korczak.com/Biography/kap-13.htm En todo caso, si puedes hacerte al menos con la primera parte, creo que la disfrutarás.

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  2. no hay un resumen como tal de cada libro?

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