domingo, 28 de diciembre de 2014

Lecturas ortodoxas, heterodoxas e inquisitoriales para regalar en 2015

No podía dejar terminar 2014 sin hacer unas cuantas sugerencias de lectura para regalar o, mejor aún, autorregalarse. Advierto de antemano que no existe un nexo de unión entre ellos, más allá de una invitación a la reflexión, la formación personal y al pensamiento crítico; quedan descartados Paulo Coelho, Deepak Chopra y lecturas similares. Somos lo que leemos, no porque aceptemos acríticamente lo que venga escrito en letra de molde sobre una hoja de papel, sino porque lo interpretamos, asumimos o rechazamos y reelaboramos, dando lugar a la formación de algo nuevo. Leer, y leer de modo variado, es básico.

Aquí van, pues, las recomendaciones:



Historia de la Teoría Política, Fernando Vallespín (ed.). Es una magnífica colección de seis volúmenes que condensa la génesis y desarrollo del pensamiento político hasta la actualidad. La bibliografía recomendada al final de cada capítulo permitirá al lector que así lo desee ampliar más profundamente en aquellos aspectos que más le interesen. La considero además una obra casi esencial para cualquier estudiante de Ciencias Políticas, como lo fui yo mismo.

Eichmann en Jerusalén, Hannah Arendt. Esta intelectual del siglo XX, autora también del fantástico libro "Los Orígenes del Totalitarismo" (1951), del que se puede leer una notable reseña de Héctor Jerez en Politólogo en Red, siguió el proceso iniciado en Jerusalén contra el criminal de guerra nazi Adolf Eichmann. Con rigor y lucidez estudia, dentro del contexto histórico y personal del acusado, su papel en la deportación y exterminio de las comunidades judias europeas. No se quedá ahí, sin embargo, y analiza también el papel muchas veces discutible desempeñado por los Consejos Judios, así como la actuación de las diferentes naciones ocupadas en la aplicación de la Solución Final. 

La sociedad abierta y sus enemigos, Karl Popper. Comenzada a redactar en la antesala de la Segunda Guerra Mundial, vio una primera edición en 1943, que fue revisada en los albores de la Guerra Fria, 1950. Es quizás la respuesta mejor argumentada (y densa, quien busque meras consignas, que lea otra cosa) al determinismo historicista del que se han servido tantos totalitarismos y populismos para justificar sus fines.

Ciudades en marcha, Arnold J. Toynbee. ¿Se han puesto alguna vez a reflexionar por qué las ciudades aparecen en ciertos lugares y no en otros? ¿Por qué adquieren la forma que hoy conocemos? Aunque se trata de un análisis con más de 40 años a sus espaldas, no ha quedado en absoluto desfasado.

La perspectiva científica, Bertrand Russell. Posiblemente uno de los mayores y más versátiles filósofos del siglo XX. Reflexiona en ese ensayo sobre el papel de la ciencia como técnica y su influencia en la sociedad, alertando sobre los peligros de un mal uso de la misma y la posibilidad de manipular y condicionar a la sociedad. Los capítulos finales les recordarán sospechosamente al "Mundo Feliz" de Aldoux Huxley. Dado que el libro de Russell es anterior (su primera edición data de 1931), es bien probable que Huxley, ávido lector, se hubiera inspirado en él.

Si mi biblioteca ardiera esta noche, Aldous Huxley. Colección de artículos que nos muestra la variada temática de que siempre se ocupó: arte, música, literatura, drogas -son celebres sus experiencias con el LSD que recogió en Las puertas de la percepción (1954) y Cielo e infierno (1956)-, etc. Como curiosidad histórica, el artículo que da nombre a esta edición se escribió pocos años antes que, verdaderamente, su biblioteca personal ardiera en un incendio. Una buena prosa y una pluma agil hacen un verdadero placer leerle.

El castillo, Franz Kafka. Kafka tiene el problema de muchos autores conocidos: son más citados que realmente leidos. En esta obra inacabada, Kafka presenta el paradigma de la dominación burocrática weberiana llevado al nivel onírico: sensación de desasosiego, opresión, ausencia de sentido común e inflexibilidad tanto de las normas como de aquellos funcionarios que las aplican. Axterix y Obelix en las doce pruebas recuerdan mucho este ir y venir de un lugar a otro sin hallar nadie que de verdad resuelva la cuestión.

Malleus malificarum o El martillo de las brujas, de Heinrich Kramer y Jacob Sprenger. Como lectura, hoy día resulta un libro disparatado, misógino y producto de una mente enferma. Sin embargo, este libro abrió un largo periodo de 200 años en que se persiguió la brujería en toda Europa. Su novedad estriba en la inclusión del derecho penal y procesal de modo ordenado y estructurado para encontrar, detener, juzgar, condenar y ejecutar la condena de los acusados de brujería.

Disfruten de las lecturas y mis mejores deseos para el 2015.

2 comentarios

© La Justicia Como Equidad
Maira Gall