martes, 12 de enero de 2016

Acuerdo para la independencia,¿ pero a qué coste?

Cuando hace menos de una semana escribía sobre Artur Mas, el gran enterrador político,  ya advertía que el análisis podía quedar en nada si las circunstancias variaban... y tanto que han variado.
Foto de Jordi Boixareu con licencia Creative Commons
La CUP y JxSÍ han llegado in extremis a un acuerdo, cuyo texto ya ha merecido todo tipo de análisis y reacciones, pero que en cualquier caso resulta de un surrealismo que habría dejado a Dalí como un representante del naturalismo má sconservador. El punto cuarto resulta especialmente grotesco, en cuanto es un mea culpa de la CUP en tono "he sido malo por cabezón, porque vosotros teníais razón desde el principio. Desde ahora, voy a ser dócil como un borreguito". Si a esto le añadimos la cesión de dos diputados a JxSÍ, y el compromiso de no votar en contra de cuestiones que afecten a la gobernabilidad, tenemos una decisión que resultará difícil cuando no imposible explicar a sus votantes, que ya se habian manifestado en contra (bastante igualados, eso sí), que la ejecutiva de su partido, presumiendo de asambleario y participativo, se ha pasado la opinión de sus bases por el arco del... Como puntilla, no creo que la frase de Mas "Lo que no nos dieron las urnas, lo corregimos con la negociación" haya servido para aplacar los ánimos.

¿Qué ha podido precipitar el acuerdo? Algo que ya señalé en el post anterior, la casi total certeza de que el desgaste independentista iba a suponer que perderían, previsiblemente, la agónica mayoría que tenían de escaños,puesto que en votos nunca la obtuvieron. En realidad es una tendencia que ya se daba antes si observamos las últimas cinco elecciones en Cataluña, lo malo es que se resisten a aceptar el por qué y continúan en una alocada huida hacía delante.

Es cierto que se ha logrado el acuerdo cumpliendo la exigencia de la CUP de que Artur Mas no estuviera al frente, pero la investidura de Puigdemont no termina en absoluto con la carrera política de Artur Mas, quien puede haber dado un paso táctico más para conservar su pellejo (político), gobernar en la sombra y dejar que otros se quemen en primera fila. De momento, Puigdemont ya ha comenzado a lucirse (lo hizo en el pasado con la promesa de "expulsar a los invasores") pregonando que Cataluña es "Potencia mundial", de la investigación. Que se pongan a temblar norteamericanos, alemanes, chinos y japoneses.

Cómo piensan llevar a cabo ahora su hoja de ruta, es algo que tengo curiosidad por ver. Las ilegalidades que deberán cometer son tan grandes y afectan a tanta gente, que sospecho asistiremos a escenas delirantes. Los empleados públicos ya han advertido sobre la situación y el Estatuto Básico del Empleado Público permite sancionar a quienes incumplan el "deber de respeto a la Constitución y a los respectivos Estatutos de Autonomía de las Comunidades Autónomas..." así como "La adopción de acuerdos manifiestamente ilegales que causen perjuicio grave a la Administración o a los ciudadanos". Veamos como reaccionan las autoridades catalanas cuando los funcionarios al servicio de las administraciones públicas en su territorio sigan cumpliendo la legalidad constitucional y estatutaria.

En cualquier caso, resulta difícil pensar que saldrán de España de forma unilateral. España, como Estado de Derecho en ejercicio de su soberanía dispone de mecanismos para evitarlo (y no estoy pensando en el uso del ejército). Aunque se llegara a dar el caso, la comunidad internacional, especialmente los países europeos, no podrán ni querrán aceptar en su seno a un nuevo país surgido en estas condiciones. No podrían ser un nuevo país de la Unión Europea, puesto que no será sólo España, sino otros países como Italia, Francia o Reino Unido, con problemas secesionistas también, quienes no darían nunca su voto para la adhesión de Cataluña.

Acepto sus opiniones sobre lo que puede ocurrir.

4 comentarios

  1. Hola,en primer lugar felicitarte por tu blog,lo descubri hace unos días y ha sido todo un acierto,tengo una duda,si el Parlamento Catalán está en desobediencia porque sus representantes en el Estado español pueden votar para elegir Presidente del Congreso,no te parece una incongruencia??

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    1. Muchas gracias Gabriel por el comentario. Creemé que resulta muy motivador recibir mensajes como el tuyo. Respecto a la pregunta, técnicamente, el Parlamento catalán todavía no ha desobedecido la Constitución y el resto de leyes del estado, aunque haya indicado en su hoja de ruta que lo hará. El día que, por ejemplo, pretendan poner en funcionamiento una Hacienda Catalana, nos encontraremos con un panorama completamente diferente. Lo del Congreso es una de las grandes paradojas de los independentistas: formar parte de instituciones que dicen que no les representan y aceptar los fondos derivados de esto (no he oido que nadie pretenda renunciar a ellos). Todo el proceso independentista es tan paradójico y sin sentido que el mejor modo de describirlo es mediante el humor. Como ironizaba Margallo, parecen querer crear un país independiente con siete millones de españoles.

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  2. Gracias,bueno ya veremos que tipo de medidas toma el Gobierno,(sino sigue anclado en el inmobilismo),aunque me preocupa la dificultad que existe para formar uno,la parte positiva es que creo que no tienen ni el apoyo ciudadano suficiente,ni del tejido empresarial,ni la comunidad internacional....

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    1. Eso es muy cierto. De momento creo que se ha avanzado hasta donde se está porque en realidad casi nadie se cree de verdad que pueda llegarse a una independencia efectiva. Ya veremos de todos modos, pero me aterra la posibilidad de una balcanización. En última instancia, este tipo de nacionalismos es siempre excluyente y creado a través de la creación de enemigos exteriores.No se puede llegar a buen puerto con estos mimbres.

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