domingo, 1 de octubre de 2023

Curiosidades literarias: homenajes, parodias e historias apócrifas de Sherlock Holmes

Adoro las historias de detectives desde que era pequeño, habiendo devorado las historias de Sherlock Holmes en múltiples ocasiones. Había algo en el control de la situación y las deducciones (siempre correctas) aparentemente imposibles que realizaba con una mínima cantidad de indicios que me llevaba a querer leer más y aprender cómo lo hacía. Me reconozco, sin embargo, un estudiante lento y poco dotado para la observación, contrariamente a la figura real en que se basó Arthur Conan Doyle (1859-1930) para crear el personaje, que no fue otro que su profesor en la universidad de Edimburgo, el cirujano Joseph Bell (1837-1911), impulsor de la naciente ciencia forense.

 

Sherlock Holmes no fue el primer detective literario; existe un razonable consenso en que el Auguste Dupin de Edgar Allan Poe, que hace su aparición en "Crímenes de la calle Morgue" (1841), es el primero que reune todas las características del género, pero no sería hasta que Conan Doyle publica "Estudio en Escarlata" (1887), que se produce una verdadera revolución que apuntalaría la base para la edad de oro de la novela de detectives de los años 20 y 30 del pasado siglo. De este modo, no tardan en surgir, de la pluma de escritores capaces, múltiples detectives de personalidad carismática así como sus respectivas némesis. 

Del lado de la ley, podemos contar a modo de ejemplo: al profesor Augustus S. F. X. Van Dusen, apodado "la máquina pensante", de Jacques Futrelle (1875-1912), quien falleció en el hundimiento del Titanic; Max Carrados, el detective ciego creado por Ernest Bramah (1868-1942); Thomas Carnacki, detective de lo sobrenatural, creado por William Hope Hodgson (1877-1918); Joseph Rouletabille, de Gaston Leroux (1868-1927), quien pese a ser un reportero, efectúa verdaderas tareas detectivescas.

Del lado del crimen, aunque con diferencias sustanciales en cuanto a su moral y motivaciones, tenemos caballeros ladrones como el Arséne Lupin de Maurice Leblanc (1864-1941) o A. J. Raffles de Ernest William Hornung; a este modelo de ladrón que busca no causar víctimas inocentes ni emplear la fuerza si no es necesario, se contrapone el Fantômas de  Marcel Allain (1885-1970) y Pierre Souvestre (1874-1914), un sociópata traicionero y despiadado que no duda en matar con verdadero sadismo; y no debemos olvidar al Dr Nikola de Guy Boothby (1867-1905), un villano interesado en el ocultismo para encontrar el modo lograr la vida eterna y la dominación mundial.

El éxito de un personaje lleva tanto a emulaciones como a la aparición de parodias. En vida de Conan Doyle, se publicaron varias de ellas, siendo una de las más celébres la de Maurice Leblanc "Arsenio Lupin contra Herlock Sholmes" (1909); pero no cabe olvidar otras como "La cigarrera robada" (1900) de Bret Harte (1836-1902), donde hace aparición un cómico Hemlock Jones; o las hilarantes "Novísimas aventuras de Sherlock Holmes" (1928), escritas por Enrique Jardiel Poncela (1901-1952).

Con posterioridad, otros autores han continuado con las aventuras de Sherlock Holmes, intentando llenar huecos de su vida, como "Los años perdidos de Sherlock Holmes", de Jamyang Norbu (1949), que relata lo acontecido tras su presunta muerte en las cascadas de Reichenbach, con una ubicación bastante exótica; cruzándolo con personajes históricos reales, como "Marx & Sherlock Holmes" (1981), de Alexis Lecaye (1951), un curiosísimo libro en que deberá averiguar quién intenta matar al mismísimo Karl Marx; o simplemente desarrollando historias que Watson no encontró adecuado publicar por temor al escándalo o daño a la reputación de terceras personas, "Las hazañas de Sherlock Holmes" (1954), que escribieron en colaboración y con un minucioso estudio previo del estilo de Conan Doyle, su hijo, Adrian Conan Doyle (1910-1970) y John Dickson Carr (1906-1977).

Una verdadera curiosidad que conocí gracias a la publicación por parte de la editorial Funambulista de los "Archivos secretos de Sherlock Holmes" (2020), es la existencia de historias apócrifas del famoso detective, publicadas entre 1907 y 1911 en Alemania, escritas por dos autores alemanes hoy olvidados, Kurt Matull (1881-1928) y Theo von Blankensee (1872-1945?), este último posiblemente fallecido en un campo de concentración al final de la 2ª Guerra Mundial.

Estas historias, que no entran en el canon holmesiano, están protagonizadas por Holmes y un nuevo ayudante, Harry Taxon, que sustituye a un Watson que ha priorizado sus pacientes y su segunda esposa sobre los casos de Holmes, con el consiguiente enfado del detective. El estilo es directo, sin florituras y no tan elegante como el de Doyle, pero con un ritmo rápido e historias lo suficientemente interesantes como para pasar las páginas hasta el final. Intuir quién es el culpable, no quita diversión a la lectura.

Resulta curioso que no se hiciera nada ante lo que era a todas luces una infracción de derechos de autor, pero por razones desconocidas, ni Doyle ni sus editores británicos hicieron nada al respecto. En todo caso, esto nos ha provisto de material extra que homenajea al detective más famoso de la historia, haciéndole vivir nuevas aventuras.

La selección realizada por Funambulista, de algunas de las 230 historias que se publicaron en Alemania, abarca dos libros más publicados en 2021, "Nuevos archivos secretos de Sherlock Holmes" y "Últimos archivos secretos de Sherlock Homes".

¿Qué detective es vuestro preferido? ¿Alguno ha intentado emular las dotes deductivas de Holmes?


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