Tras los consejos relativos a la preparación de un viaje a Japón en 2025, toca centrarse en la preparación del itinerario. Voy a asumir que el punto de entrada y salida del país sea Tokio, da igual si es desde Narita (75 km al este de Tokio) o Haneda (a escasos 26 km). Ambos se encuentran muy bien conectados con Tokio. Por supuesto, existe la posibilidad, si os conviene, de entrar por Osaka y salir por Tokio, y viceversa.
No voy a decir a nadie que deba ir obligatoriamente a un destino concreto. Los intereses de cada persona pueden variar notablemente. Hay quien es un urbanita convencido, que estará encantado de no salir de las grandes urbes, y otros que preferirán zonas rurales menos pobladas y con una fabulosa naturaleza, además de templos escondidos y muchas veces accesibles solo tras interminables tramos de escaleras. El común de los mortales se encontrará sin embargo en una zona intermedia, alternando ambos.
Como ya habíamos ido a Japón en 2017, siguiendo un itinerario de doce días en que visitamos Tokio, Kioto, Miyajima, Nara, Osaka y Himeji, el plan de viaje que preparamos esta vez fue algo diferente. En primer lugar, al llegar en plena Golden Week, la idea fue ir hacia el norte usando el JR Pass y recorrer la región de Tohoku y Hokkaido, tomando posteriormente un vuelo doméstico desde Sapporo a Tokio, que sería la base de operaciones para la segunda parte del viaje.
Día 1. Llegada temprana al aeropuerto de Narita, con recogida del JR Pass y de un pocket wifi. Salida en el Narita Express para tomar un Shinkansen a Fukushima (escasamente hora y media), que será nuestra base los siguientes dos días.
Día 2. Excursión a Matsushima, preciosa localidad costera de la prefectura de Miyagi, y breve visita a Sendai, capital de la misma y mayor ciudad de la región de Tohoku.
Día 3. Excursión a Ginzan Onsen, prefectura de Yamagata, zona de aguas termales con edificios en los que se inspiró Miyazaki para crear sus baños de los dioses en "El viaje de Chihiro".
Día 4. Salida a Morioka, capital de la prfectura de Iwate, que sería la base para los siguientes días. La ciudad tiene relación con el literato Kenji Miyazawa, cuyo museo visitamos.
Día 5. Excursión a Kakunodate, prefectura de Akita. Se trata de un antiguo barrio de samuráis y mercaderes que se ha conservado relativamente intacto y muestra la misma configuración y muchos edificios originales del periodo Edo.
Día 6. Excursión a Tōno. Quizá no tan conocido por el gran público, pero muy importante gracias al libro "Leyendas de Tono", escrito por Kunio Yanagita, considerado el padre del folclore japonés y que realizó una labor antropológica similar a los hermanos Grimm en Alemania.
Día 7. Salida temprana a Sapporo. Son cerca de seis horas de viaje, puesto que el shinkansen sólo llega hasta Hakodate, situado muy al sur de la isla de Hokkaido, debiendo cambiar a un tren Hokuto Express en la estación de Shin Hakodate-Hokuto Eki.
Día 8. Excursión a Noboribetsu jigokudani (El valle del infierno de Noboribetsu). Se trata de una zona de aguas termales y medicinales, con pozas de azufre en ebullición y columnas de vapor volcánico que le dan un aspecto demoniaco.
Día 9. Excursión a Otaru. Fue un notable centro económico y comercial durante el periodo Meiji y Taisho, conservando numerosos edificios de esa época, reconvertidos en modernos negocios, restaurantes y cafeterías en muchos casos. Merece la pena observar las vistas panorámicas que ofrece el mirador del Tenguyama, accesible en teleférico, de toda la bahía de Ishikari.
Día 10. Vuelo a Tokio desde el nuevo aeropuerto de Chitose, accesible directamente en tren desde la estación de Sapporo. A la llegada, cogimos el monorraíl de Haneda, que en apenas 15 minutos nos dejó en Hamamatsucho, a escasos 10 minutos a pie del hotel.
Día 11. Explorando mercadillos en Tokio. Ya que cayó en domingo, pudimos visitar el Ohi racecourse flea market, que se celebra el hipódromo de Ohi, Shinagawa, cada fin de semana y es el más grande de Tokio con más de 300 puestos, y el mercadillo de antigüedades del Templo Hanazono, que tiene lugar cada fin de semana con entre 25 y treinta puestos; reconozco que este último me gustó más.
Día 12. Si bien habíamos previsto visitar Nikko, el mal tiempo que se preveía nos hizo cambiar el plan por Yokohama, segunda ciudad de Japón y destino igualmente recomendable, además de próximo a Tokio.
Día 13. Excursión a Kamakura. Una de los destinos más recomendables de todo el viaje, ya que con una mínima ayuda del autobús comienzas el recorrido para seguir a pie viendo maravilla tras maravilla y, cogiendo el Enoden, acabando por visitar la isla de Enoshima al atardecer.
Día 14. Viaje al Ghibli Park. Somos fans de Ghibli y nos podemos sentir afortunados de haber conseguido entradas premium para visitar el parque de la prefectura de Aichi y poder entrar en los edificios que reproducen escenarios de las películas. La reproducción del castillo ambulante es increíblemente fiel al original y emociona mucho.
Días 15 a 17. Tokio. La ciudad es inmensa y, según tus intereses, encontrarás lo que busques (o incluso lo que no busques). Déjate llevar un poco e improvisa, que tenerlo todo planeado puede ser estresante.





























