Tras la Segunda Guerra Mundial, tanto la Alemania Occidental como la Alemania Oriental, aunque con visiones y objetivos bien diferentes, se dedicaron a erradicar todo vestigio de nazismo y restringir cualquier actividad que pudiera entenderse como poco condenatoria. Sobre todo al inicio, y por razones obvias, poco humor se podía hacer sobre el tema, ni siquiera dentro del contexto de la expresión artística y como método de crítica hacia una realidad brutal que asoló Europa, pero extendida igualmente a otros continentes. Solo producciones contemporáneas al nazismo como "El gran dictador" (1940), pudieron tener éxito por su crítica brutal al totalitarismo y por su lejanía geográfica.
El paso del tiempo, teniendo claro que se sigue condenando el nazismo, ha ido suavizando las restricciones a la libertad de creación artística, ampliándolo al campo de la comedia, lo que ha permitido la aparición de obras como "Ha vuelto" (Er ist wieder da, 2011), del escritor y periodista alemán Timur Vermes (1967); libro que conoció un fulgurante e instantáneo éxito, alcanzando más de un millón de ejemplares vendidos en Alemania, además de traducción a más de 20 idiomas. A España llegó en 2013, de la mano de Seix Barral, conociendo numerosas reimpresiones hasta la fecha
La premisa de la historia es la aparición de Hitler, con un notable dolor de cabeza, un potente olor a gasolina y desorientado, en un solar de Berlín. Pronto descubre que, si bien se encuentra en el sitio adecuado, resulta que ha hecho un viaje en el tiempo de sesenta y seis años, hasta el 2011, y encima le toman por un actor. Poco a poco, con un gran pragmatismo, no solo se adapta al nuevo entorno, sino que hace carrera logrando incluso un programa televisivo propio... como imitador de Hitler; todo el mundo cree que está bromeando, pero habla absolutamente en serio.
El libro juego constantemente con las ambigüedades y los malentendidos, partiendo del hecho que nadie puede creer que sea el verdadero Hitler, y opinan que se trata de un cómico genial perfectamente metido en su papel. Así, cuando al ser entrevistado y le preguntan si hace chistes sobre los seis millones de judíos asesinados, responde: "No, eso en absoluto. [...] El tema de los judíos no es divertido". No puede existir mejor ejemplo de falta de comunicación, pese a hablar el mismo idioma. Emisor y receptor del mensaje se encuentran en esferas diferentes, dando una significación completamente distinta a una frase que, en este caso, no implica ni mucho menos arrepentimiento, pero que a la sociedad de 2011 le parece correcta, sin cuestionarse que puede tener otro sentido más siniestro.
Lo que resulta más inquietante del libro, pese a su carácter hilarante, es la facilidad para incardinar de nuevo el discurso del nazismo en la moderna democracia alemana. Salvando las distancias, siempre es posible encontrar descontento social por el mal o ineficiente funcionamiento de las instituciones; por el hecho que ciertos colectivos reciban más ayudas sociales; o simplemente por nostalgia de un pasado más puramente alemán.
Es preocupante el auge, especialmente en el Este, de partidos ultraconservadores, euroescépticos y de marcado carácter xenófobo como Alternativa por Alemania (Alternative für Deutschland - AfP), fundado en 2013 y que, si bien no lo definiría como nazi, sí como totalitario. De haber existido antes de la publicación del libro, es posible que el capítulo en que visita las oficinas centrales del Partido Nacional Demócrata de Alemania, rebautizado como "La Patria" desde 2023, de donde sale muy cabreado y tildando de incompetentes y retrasados mentales a sus dirigentes, para deleite de la ciudadanía alemana, podría haber sido a la sede del AfP.
Existe una adaptación cinematográfica alemana de 2015 que, siguiendo la línea de Borat, hace el seguimiento del actor caracterizado como Hitler, quien de modo mayormente improvisado interactúa con personas normales que no son conscientes de estar siendo grabadas, lo que explica que, por si acaso, fuera acompañado a prudente distancia de varios guardaespaldas, por si la reacción de los transeúntes fuera agresiva.
Creo que es un libro que vale la pena leer, pues desde el humor y la exageración resulta más fácil reflexionar y tener opiniones más sanas.
¿Qué os pareció el libro? ¿Creéis que ha vuelto o que nunca se fue?
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